¿Cómo es un concierto en la nueva normalidad?

Crónica del concierto de Muchachito en ‘Las Noches del Malecón’, Murcia

Renovarse o morir. Las productoras han tenido que seguir esta filosofía con el fin de volver a engrasar la máquina del espectáculo. Estos meses de confinamiento, y sus semanas posteriores, han servido para plantear una nueva estrategia, con el objetivo de reunir al público con las medidas sanitarias pertinentes, garantizando la seguridad de los espectadores.

‘Las Noches del Malecón’, ejemplo del buen hacer

Monkey Pro, productora de conciertos, vuelve a apostar este año por el formato ‘Las Noches del Malecón’. Este ciclo de conciertos, cuya ubicación se encuentra en Murcia Río, celebra su segunda edición. Sin embargo, este año ha de enfrentarse a un reto mayor: modificar los cánones clásicos de los conciertos, con el fin de cumplir las medidas higiénico-sanitarias .

El mes de julio, al igual que la edición anterior, es el mes escogido para dar cita a los murcianos amantes de la música en directo. A pesar de las dificultades que se han planteado este año, el cartel cuenta con artista de primer nivel nacional y de diversos géneros, de esta manera y con un abanico tan amplio, es posible que cualquier ciudadano pueda sentirse atraído por alguna fecha del ciclo.

Cantantes indies, como Carlos Sadness, grupos más pop, como los murcianos Maldita Nerea, o incluso, Muchachito, pura rumba. Una amplia selección de estilos.

Pero…¿Cómo han logrado juntar a un número significativo de personas respetando las medidas?

El recinto cuenta con diversas zonas. En la entrada hay dos pequeños dispensadores de gel hidroalcoholico, los asistentes desinfectan sus manos antes de entrar en contacto con el personal del recinto. Acto seguido, un empleado comprueba la validez de la entrada y proporciona al espectador un cartel con el número de personas que componen su grupo. Los individuos, que ya hayan pasado por el proceso anterior, son acompañados por un miembro de staff y acomodados en la zona libre más cercana al escenario o, si el grupo es muy numeroso, en las zonas habilitadas para grupos grandes.

La parte central del «patio de butacas improvisado» está compuesta por unos sofás creados con dos palés como base y un cojín azul, dos personas pueden ocupar esta dependencia. Si el grupo es de hasta seis personas, se pueden poner cuatro sillas plegables supletorias alrededor del sofá. Los laterales del recinto cambian la formula. En ellos son colocados mesas bajas o mesas altas con sillas plegables o con taburetes altos, respectivamente. Estas zonas, en concreto la de taburetes altos, están acondicionadas para grupos más numerosos y que prefieren tomar unas cervezas o unas copas disfrutando del concierto.

Este nuevo tipo de conciertos, al tener un proceso tan lento de entrada para garantizar la seguridad del cliente, dispone de servicio de bebidas a mesa antes del inicio del espectáculo. Una plantilla amplia de camareros, uniformados de negro con mascarilla, recorren el patio de butacas sirviendo a las personas que deseen tomar algo para hacer más corta la espera. Mientras todo esto ocurre, un dj, cuyo escenario se encuentra encima de una clásica van hippie, ameniza el ambiente.

El clima que ha creado Monkey Pro tiene cierto sabor mediterráneo. La productora ha aprovechado las palmeras localizadas en Murcia Río, ha colocado césped artificial en cada metro cuadrado y una iluminación tenue, nada excesiva. Con estos ingredientes se crea una esfera de atardecer en la playa y un entorno muy relajado.

Cuando el concierto da el pistoletazo de salida, el movimiento por el recinto queda muy limitado. Ir al baño y comprar bebidas son las dos causas permitidas y más comunes que se dan. Al finalizar el concierto, la salida del público se da de forma ordenada, pudiendo intervenir el staff si considera que la distancia mínima de seguridad está en peligro.

¿Hay que llevar mascarilla durante todo el evento? Solo han de llevarse las mascarillas en dos casos: si se levanta de su sitio asignado o si no está consumiendo. Por lo general, y observado de primera mano, no tendrá que llevar mascarilla, gran parte del público pide alguna consumición y los precios acompañan a hacerlo.

No hay nada como un concierto clásico, pero esta reinvención temporal no está nada mal y deja al público muy satisfecho. Llévese un bocadillo de casa y unas monedas para tomar algo de beber, y a disfrutar de buena música y buena compañía.

Muchachito y su espectáculo ‘Hombre Orquesta Show’ pone sonido a la noche murciana

Murcia. 17 de julio. Los vestidos veraniegos y las camisas de flores imperan en Murcia Río. Hoy Jairo Perera, más conocido como Muchachito, presenta su espectáculo ‘Hombre Orquesta Show’ en Murcia y numerosos espectadores, bocadillo en mano, acuden a ‘Las Noches del Malecón’ para disfrutar de, posiblemente, su primer evento musical post-confinamiento.

La edad media de los asistentes es entre 25 y 40 años, aunque, inclusive, hay gente de mayor y menor edad. No hay un target especifico para el concierto del catalán. El gusto por la rumba y el flamenco parece intemporal.

El recinto abre sus puertas a las 20:30, justo a la hora prevista, al más puro estilo inglés. El público entra a cuenta gotas al recinto, es la única manera de poder respetar todas las medidas de seguridad…que no son pocas. Todavía quedan dos horas para el inicio del evento, los camareros sirven las primeras de muchas cervezas que correrán esta noche y el equipo técnico del cantante ultima los últimos detalles encima del escenario. Mientras, el dj comienza a pinchar unos temas de Los Delinqüentes, Juanito Makandé o La Cabra Mecánica, entre muchos otros. Está muy claro que la noche pinta rumbera.

El sol va escondiéndose, la temperatura baja a la vez que el aforo del patio de butacas sube. La megafonía avisa de las principales medidas a seguir y la luz del recinto va bajando, señal de que el comienzo del concierto está muy cerca.

Las 22:40, Muchachito sale a escena. El respetable aplaude sin parar y comienzan los vítores: «¡Grande!», «¡Qué arte tienes!». Lleva una de sus características camisetas de tirantes y una boina bombacha, como siempre, un estilo muy personal. No está solo, le acompaña su ayudante, la cual será la encargada de unos bongos y unos platillos. Él, por su parte, porta su guitarra, su bombo de pie y, por supuesto, su rasgada voz.

Después de los pertinentes agradecimientos y unas bromas, comienza la función. ‘Luna’ o ‘Carretera Sideral’ fueron el primer plato, y de guarnición, un pequeño monólogo del artista sobre si el público prefería «baladas o bravas».

Poco a poco, el público fue entregándose cada vez más, comenzó el fenómeno de los bailes sentados: ahora las piernas no se mueven, solo se mueven los brazos, dejándose llevar por la música y con la cerveza en la mano.

«¡Este concierto es como el baile de las sillas, pero al revés! A ver quién deja el asiento más caliente», comentó Muchachito en tono humorístico. A él tampoco se le hacía fácil, sus conciertos están repletos de bailes y energía, pero, de momento, habrá que acostumbrarse.

El espectáculo dejó momentos para un mayor relax y otros para mover el cuerpo…o lo poco que se podía. ‘La quiero a morir’, unas de las canciones de amor más versionadas del español, desató la euforia del publico e hizo que los primeros valientes se levantaran del sitio, pero rápidamente eran avisados por el staff del recinto para ocupar de nuevo sus asientos. Era cuanto menos difícil estarse quieto.

A la hora de concierto, Muchachito quiso hacer un pequeño experimento: una ola por filas. El resultado no fue del todo exitoso, el público no estaba colocado en líneas del todo rectas y confundía las filas. Aún así, este juego activo al público y el ambiente fue in crescendo. Tal fue la intensidad, que en mitad de la actuación, el artista rompió una cuerda de su guitarra y tuvo que cambiar a otra mientras le reparaban la cuerda partida: «La guitarra esta es vieja…pero es que le tengo cariño», explicó el catalán. Cosas que tiene el directo.

Se siguen sucediendo los ritmos rápidos característicos de su manejo de la guitarra, juega con la gran versatilidad y experiencia que tiene encima del escenario y apura al máximo la elasticidad de las cuerdas. Los solos de guitarra para saltar de canción en canción es otra características de sus conciertos. No existen las pausas, las canciones siempre se intentan solapar con un solo de guitarra de por medio.

Muchachito empieza a sudar y a sudar, fruto de la pasión y la entrega que tienen sus canciones. Él se marca los bailes por el público y los asistentes se inventan un baile de rodillas, intentando que la seguridad del recinto no se percate de que no están sentados.

23:52, el cantante marca el final del escenario…pero es un farol. Cinco minutos después vuelven al escenario, con el vaso lleno y brindando junto a todo el público de nuevo. Cigarro en boca comienza a dar un ritmo más frenético para terminar la faena. El respetable comienza a hacer palmas a ritmo de ‘El muerto vivo’, de Peret y ’40 farajidos’.

El cantante agradeció a ‘Las Noches del Malecón’ por depositar su confianza en su nuevo espectáculo y al público por consumir música en unos momentos tan complicados como este. Los asistentes se pusieron en pie para aplaudir y agradecer un concierto tan completo y cercano.

00:50. Muchachito entona su última canción. Manda besos y abrazos al público, a la vez que se despide. Poco a poco el patio de butacas va despejándose de manera ordenada. Muchachito ‘Hombre Orquesta Show’ ha conquistado Murcia.