
‘Ciudad Jara’ es el nuevo proyecto de Pablo Sánchez con banda. El que fue líder de ‘La Raíz’ durante más de 10 años se embarcó en 2019 en este nuevo designio. El siete de febrero -de este año- vio luz «Donde nace el infarto», el primer disco de la agrupación. Meses después se comienzan a conocer secretos de las canciones del proyecto más íntimo del valenciano. Hoy analizamos tres singles: «Intro», «El último pasillo» y «Bastardos de la gravedad».
La nueva formación presenta un estilo rock, que transita de manera fluida y natural entre las distorsiones de guitarra, poesía, canción popular, sátira social y la sensibilidad del cantautor. Pablo era el corazón de ‘La Raíz’, el culpable de las letras más emotivas. Como bien refleja el documental del exgrupo de Pablo, Josep ‘Panxo’ era la pieza del puzzle más insurgente. Pablo era el corazón, Josep la cabeza. Formando un cuerpo junto a sus compañeros: ‘La Raíz’. Ahora Pablo Sánchez se encuentra en un punto más reflexivo e íntimo con la apertura de su oasis…’Ciudad Jara’.
El nuevo disco cuenta con 12 canciones o con 11 canciones y una intro, depende de cómo se quiera mirar. Personalmente, considero que la intro entraría dentro de la catalogación de canción. El cantautor valenciano ha reiterado que este disco ha de escucharse en orden para completar el significado del mismo y descifrarlo como un circulo cerrado, como un todo. Por ello, atendiendo a las indicaciones del creador, la mejor manera de disfrutar la experiencia es darle al play y desactivar el modo aleatorio. Después habrá tiempo de seleccionar las que usted considere mejores, pero la primera escucha, cuanto más respetuosa con el efecto que quiere crear la agrupación, mejor.
En este último mes, ‘Ciudad Jara’ nos ha descubierto datos sobre sus nuevas canciones y Pablo ha contado a la audiencia qué le ha motivado a escribir sus temas. Toda la información que voy a exponer se encuentra en el Twitter de ‘Ciudad Jara’. Sin embargo, en este blog vamos a ampliar la información y a presentarla de forma ordenada. Bienvenidos a ‘Ciudad Jara’.
Intro: Donde Nace el Infarto
Es lo primero que conocimos del nuevo proyecto. La intro fue publicada el 11 de octubre de 2019 en redes sociales -las de Pablo y las oficiales del grupo-. La pieza apenas dura un minuto y 40 segundos, en los que podemos escuchar la voz de Pablo recitando un verso y acto seguido lo recita de nuevo, esta vez acompañado de un coro.
«Hoy le pido a luna que ilumune los barcos, que ondean la locura, del lugar donde nace el infarto.»
Lo más significativo de la intro no es escucharla, sino el vídeo presentación que se preparó para esta. Se encuentra repartida en dos vídeos. En el primero vemos un plano general de la desembocadura del Tajo grabado con un dron. Nos situamos en la periferia de Lisboa, un territorio un tanto desconocido para nosotros. Los medios para la grabación de las tomas no son ni mucho menos lujosos, fue grabado con una cámara digital y recorriendo los atardeceres de las playas de Caparica y Fonte da telha, Trafaria y Cachilhas. El dron, citado anteriormente, sobrevuela también el puerto de Ferragudo en el Algarve, una de las zonas más paradisíacas y turísticas de Portugal. Y finaliza con un plano medio de Pablo Sánchez, dejando a Pablo en la parte derecha y el agua del puerto a la izquierda, respetando la regla de los tercios y colando al cantante en dos puntos de fuerza simultáneamente. Este último plano fue grabado en el puerto de Gandía, ciudad valenciana donde creció.
La segunda parte del teaser, publicada nueve días después de la primera, es algo más pintoresca y especial. Juan Devant, artista digital, diseñó una ciudad 3D durante meses para mostrar la ciudad del disco. Un autentico trabajo de horas: calles, edificios e, incluso, la escultura portada del disco. La escultura se llama «Big Foot» y es de Calvin Russel.

El Último Pasillo
Segundo tema del disco y nombre del sello musical que han creado a raíz del proyecto. Pablo expuso en sus redes sociales que las primeras líneas melódicas del tema «fueron las primeras que aparecieron por mi cabeza y me empujaron a tomar esta deriva artística en solitario».
La canción -en el terreno lírico-está inspirada en Totò, una de las figuras del espectáculo más importante en la historia del cine internacional. Natal de Nápoles y con noventa y siete películas a sus espaldas. Pasó la vida riéndose de los títulos nobiliarios, mientras él acumulaba uno tras otro. Actor, letrista y poeta. El Charles Chaplin italiano. Carisma a raudales.
¿Por qué se inspiro en él? Por su poesía ‘A livella’. En ella habla de la muerte como un lugar donde todos somos iguales, da igual la condición social que poseas. Fue el poema que inspiró el «pasillo» que nos presenta Pablo. Por ello, se evoca a ese lugar que nos iguala, aunque -palabras textuales- «a algunos les incomode».
«A nadie le sienta bien el cementerio
Ni al ministro ni al peón
Son todos carne del rumor»
Entrando en materia más musical, es una de las canciones más rockeras -aunque depende de opiniones-. ¿Una de las razones? Tiene el único solo de guitarra de «Donde nace el infarto». Tanto gustó la canción y su significado que el sello discográfico fue bautizado así. El sello «El último pasillo» consiguió colarse en el puesto número dos entre los discos más vendidos, codeándose con gigantes de la industria como Universal, Sony o Warner.

Bastardos de la Gravedad
Quinto tema del disco. Este habla de la huida espiritual del mundo terrenal y sobrio. Sin embargo, con esta canción no se pillan los dedos, nos la dejan a interpretación individual. Las calles de la ciudad son de los habitantes, son nuestras. El público relaciona la canción con ‘La Raíz’, sobre todo, por su fuerte estribillo. Un canto a la libertad, a volar por encima de todo y despreciar a aquellos que nos atan a la realidad, a nuestra gravedad mental. Adelante, volemos.
«Volveré, solo cuando lo haya visto todo
Sigo subido a un halcón
Volveré si no queda nada que me haga volar
Odio a los bastardos»
La inspiración vino a Pablo de mano de la mitología. El politeísmo ha sido característico en las cuatro paredes del cantante desde bien pequeño, un rechazo a la religión de la cruz, tan impuesta en nuestro país durante gran parte de su historia. El dios Baco, tan excéntrico, tan lujurioso y tan fascinante tiene unos versos en el tema:
«Hoy busco el verde del laurel
Y al dios Baco que era aquel
Loco por el rojo tinto»
En el videoclip podemos ver una bola de cañón que recorre nuestra pantalla durante toda la escucha y, además, se le menciona…¿A qué se debe?
Esta está inspirada en la novela de las aventuras del barón de Münchhausen, película que Pablo ha visto «mil veces» junto a su hermano Toni Sánchez «Panxo» -vocalista y líder de ZOO-. Todo un pedazo de su infancia.

El tema está etiquetado como un folk-rock, con tendencias a un rock más puro con el transcurso del mismo, buscando la emoción que despierta la música electrónica. Desde mi perspectiva, la explosión con el inicio del estribillo es de los momentos más característicos del disco. Ese «girito» es verdadera poesía.
Ya conocéis -un poco más- tres de las doce canciones de «Donde nace el infarto». Un auténtico proyecto rebosante de personalidad.
Arte nativo, ¿me recibes?
Es un lujo poder disfrutar de letras y de unos artistas tan concienciados con dar un buen producto. Estos días nos han brindado actuaciones a través de las redes sociales, gastando su tiempo en darnos un servicio que, en la vida terrenal normal, se cobra. Por ello, en tiempos de COVID-19, más que nunca, debemos reflexionar:
En estos días de arduo confinamiento, de que nos den una de cal y otra de arena -sin saber cuál es la buena-, nuestros artistas nos están arropando. El sector de la cultura siempre ha sido el eterno maltratado. Las ayudas para la cultura llegan a unos pocos. Es como vivir atrapados en un plutocracia, donde los dirigentes y los regazados son los de siempre. Donde se busca la tan ansiada autogestión, pero muchos acaban pasando por el aro buscando la no extinción. Las condiciones que viven los artistas no son fáciles, no saben cuándo van a volver a poder subir al escenario, y ya no sólo por lo poético de presentar las canciones, sino por tener un sustento económico, tanto para el autor, como para dueños de salas, técnicos de sonido, «currelas» del mundo del espectáculo…Cuando todo acabe y se vea la luz, recordemos las horas que los artistas nos han salvado. Vayamos a sus conciertos, compremos sus discos si tenemos la posibilidad económica de hacerlo, acerquémonos a sus firmas…Vamos a darles un poco de nosotros, como ellos nos dan. Porque cuando adquirimos algo relacionado con un grupo, no va solo para las caras visibles, hay muchas vidas detrás de las bambalinas. Hagamos memoria y no olvidemos.