‘Los de Marras’ son un grupo de rock valenciano, formado en 1995 y cuyas letras se caracterizan por ser directas y desgarradas. Unos clásicos de los festivales más «cañeros» del territorio nacional. Precursores y practicantes del «guarrocanrol».
Valencia. 1995. Nacen ‘Los de Marras’. El grupo no ha surgido entre algodones. Los medios son escasos, pero la ilusión y las ganas de hacer música son la bandera de la agrupación. Problemas sociales, políticos o personales son el motor de sus letras. Siempre caracterizados por sus ritmos viscerales y cantar a la rabia.
Seis corazones son los culpables de ‘Los de Marras’: Agustín -voz-, Iñaki -guitarra-, Nelo -guitarra y voces-, Warrior -guitarra y voces-, Dani -bajo y voces- y Pau -batería-. Su «guarrocanrol» lleva 25 años sonando. Años más fuertes que otros, pero la esencia siempre se ha mantenido intacta. Su ritmo suena a un rock and roll metálico, pero no oxidado. Son unos clásicos de los festivales más rockeros y típicos huéspedes de las salas de nuestro país.
Cuentan con un total de seis discos. «Precede» (2001) fue su primer disco y «Reamanecer» (2017) ha sido el último trabajo de la agrupación. Su elepé «Surrealismo» (2014) consagró al grupo de manera vertiginosa en el panorama. Este último ha dejado verdaderos himnos: «Hoy» -con su clásico ritmo de batucada- o «Compadre» -con su mensaje de unión y fuerza- son dos ejemplos de ello.
P: ¿Cómo definiríais a ‘Los de Marras’?
LDM: Somos una banda rock, pero no vivimos de esto. Tenemos nuestros trabajos y además el grupo, somos unos currantes que hacen «rocanrol». Creo que esta sería una buena definición.
La vida del músico no suele estar llena de dinero y excentricidades. Esta concepción tan clásica nos viene de la idea de los famosos rockerstars. Aunque, cierto es, que esto no suele ser así. Muy pocos son los artistas que pueden generar tal cantidad de ingresos, unos pocos puede vivir de la música al 100% y otros muchos tienen que compaginar su faceta musical con su vida laboral. Este último es el caso de ‘Los de Marras’. Ellos mismo se definen como unos «currantes» que hacen «rocanrol». Un lunes están en su puesto de trabajo y el sábado llenan la sala de tu ciudad.
Miguel Ríos dijo que los viejos rockeros nunca morían y con ‘Los de Marras’ acertó de lleno. 25 años navegando entre letras y sin ganas de llegar al puerto. Desde 1995 en esto. Han habido épocas mejores y peores,como todo en la vida. Actualmente, el momento es positivo y vienen con ganas de poner al público a su vera.
P: Nacisteis en 1995, lleváis ya muchos años en esto. ¿Todavía queda mucho rock and roll?
LDM: Pues esa es la intención y la actitud. Mientras haya salud, ilusión, imaginación y ganas de hacer ruido, seguiremos componiendo canciones.
Nuestra meta siempre ha sido no tener metas, creemos que con esta premisa puedes hacer rock and roll mucho tiempo. Los sueños no tienen límites.
No tener metas y soñar sin límites. Con esta frase podríamos resumir la filosofía del grupo. Mientras existan ganas para seguir gritando y fuerzas para seguir componiendo, tendremos a los de Valencia dando guerra.
Para este 2020 traen una auténtica gran gira por España. Almería, Murcia, Tarragona, Palencia o Villarobledo son algunos de los destinos de los valencianos. Una gira que se reparte durante todo el año. Comenzó el uno de febrero y finalizará -de momento- el 28 de noviembre. Aún quedan fechas por confirmar. Su ‘Tour 2020’ viene bien cargado.
Sin embargo, y cómo no, el enemigo invisible COVID-19 también ha truncada la gira de ‘Los de Marras’. Su ‘Tour 2020’ tenía programado numerosas actuaciones para los meses de marzo, abril y mayo, que han tenido que ser canceladas por la situación sanitaria en la que nos encontramos. Quién sabe si futuros bolos de meses posteriores se verán también afectados. Todo está lleno de incertidumbre. Lo único seguro es que volverán y con más ganas que nunca. De momento, como han dicho en sus redes sociales: «Nos veremos en los pogos».
P: Habéis programado una gira enorme. Muchas salas, muchos festivales…Venís con muchas ganas este año, ¿no?
LDM: Bueno, veníamos con el mejor año de nuestra historia, llenos de ganas y de fuerza. Pero ahora, mientras contesto a tus preguntas, estamos inmersos en la lucha contra el coronavirus.
Nuestra gira se ha truncado, el mundo se ha roto en pedazos y no sabemos cuando volveremos a la carretera. Sentimos en lo más profundo de nuestro ser que cuando volvamos, no volveremos con ganas, volveremos con otra palabra que todavía no se ha inventado, será algo indescriptible. Ahora mismo nuestro sueño es poder volver a ensayar, con eso nos conformamos.
El último disco de la agrupación -‘Reamanecer’- data del 2017. En este último trabajo pudimos ver una continuación del estilo que ya nos ofrecieron en ‘Surrealismo’ (2014). El grupo cuenta con casi 200.000 oyentes mensuales en Spotify y su último elepé tuvo bastante éxito. Tres años más tarde de este acontecimiento, el público fiel pide nuevas canciones con las que poder continuar saciando su necesidad de «guarrocanrol».
P: Vuestro último disco fue ‘Reamanecer’…¿Se viene nuevo trabajo próximamente?
LDM: Por suerte siempre tenemos canciones danzando a nuestro alrededor, la vida está llena de canciones esperando a ser compuestas. No sabemos cuándo pero sí, nuestro deseo es sacar un nuevo disco.
Después de dedicar media vida a su faceta musical y recorrer las ciudades y los festivales más importantes del país, quise preguntar por algún concierto que quede guardado en la memoria de los integrantes del grupo. Alguna anécdota curiosa que haya hecho de un concierto, una noche mágica.
P: Un concierto que recordéis con mucho cariño y por qué
LDM: La verdad es que ahora mismo cualquier concierto de los cientos que hemos hecho lo recordamos con cariño, añoranza, deseo y respeto.
Desde el garito más pequeño hasta el festival más grande. Necesitamos volver a subirnos a un escenario y que haya gente, da igual que sean 50,100 o 5000 personas, eso significará que hemos vencido al COVID-19 y que hemos vuelto a nacer.
Queremos mandar mucha fuerza y ánimo a todo el mundo que está viviendo esta pesadilla. Paciencia y «guarrocanrol» decimos nosotros.
Todos los bolos de los valencianos guardan importancia, da igual la afluencia de público o el sitio. Si hay micro, guitarra y batería, hay ruido. Que el «guarrocanrol» nos acompañe.
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